lunes, 13 de julio de 2009

Teatro en 'la línea' fronteriza

Nota publicada el 13 de julio de 2009 en el portal Tampico Cultural

Por Josué Picazo

Domingo en la frontera. En algunos postes hay pendones que anuncian el Concurso Estatal de Teatro, también sobre las avenidas se ven anuncios en los que aparece el calendario de actividades del evento, quizá los automovilistas vayan demasiado rápido para poder leerlos.

El segundo día de actividad del concurso fue de poca actividad. Para los participantes foráneos se ofreció un paseo en el turístico “trolley bus” –“tranvía” se diría en Tampico– para recorrer algunas cuadras representativas de la ciudad (sin faltar, por supuesto, el vistazo a los puentes internacionales); la tarde alcanzaba los 36 grados centígrados, el tráfico no era ligero y el sol no quería esconderse. Cerca de las ocho de la noche, el mismo vehículo trasladó a los interesados hasta el Centro Internacional de Negocios, espacio donde se presentaría el montaje “La línea” del Grupo Laberintus Teatro, de Nuevo Laredo.

La obra escrita por el actor y director Luis Edoardo Torres presenta a cinco habitantes de una ciudad fronteriza que, a través de una sucesión de monólogos y esporádicos diálogos, van descubriendo, confesando, develando una historia en la que la búsqueda motivada por el deseo sexual (la búsqueda de “experiencias distintas”, diría uno de los personajes) se convirtió en un pentágono pasional que los acarreó hasta un fatal desenlace:

Un indocumentado hondureño que se prostituye en las calles, una pareja de hombres que rompe cuando uno de estos busca placer con otra persona, un adolescente confundido por su identidad sexual que coquetea por Internet y que termina relacionándose sexualmente con un sacerdote, personaje que brinda albergue a migrantes indocumentados y que también tenía una no muy explícita historia con los otros personajes…

El montaje se presentó sobre un pequeño escenario cubierto por un lienzo blanco; una franja negra lo dividía de arriba abajo –¿la línea?–, las luces iban y venían para marcar la salida y la entrada de cada personaje, como en un pase de diapositivas que se prolongaría durante casi una hora.

“La línea”, obra que busca reflexionar sobre las consecuencias de trascender o traspasar los límites, los extremos, es una de las dos puestas en escena que participan en la categoría “teatro original”, es decir, que son obras que se presentan por primera vez en un concurso y que han sido escritas por dramaturgos tamaulipecos.

Para los que vamos llegando, esta puesta en escena materializó algunos de los decadentes lugares comunes que se suelen relacionar con las ciudades fronterizas y sus zonas de tolerancia; otro lugar común fue la recomendación de los organizadores: “no anden de curiosos, anoche hubo una balacera”.
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